lunes, 13 de abril de 2009

- fragmentos -

Al día siguiente de la invitación, me decidí y reserve un pasaje de avión. Solo me quedaba una semana para terminar de cerrar mi vida en Buenos Aires. El pasaje estaba abierto. Lo único que tenia claro era que tenía que viajar. Me dolía la panza de los nervios, pero sabia que era algo que tenia en MI lista de prioridades hace bastante tiempo. Tenia que cerrar esa historia, o abrirla de una vez por todas, ya que hace años que no era mas que una fantasía.

- Te espero con la cama hecha –Fue lo último que me dijo antes de colgar el teléfono.

Todo era adrenalinicamente perfecto -en mi cabeza -.

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