viernes, 31 de julio de 2009

apología del tigre

quiero con la misma intensidad unas zapatillas fluorescentes que la biografía de Foucault.
quiero ser tu María Kodama.
quiero ser bailarina.
quiero ser alegre y audaz.quiero ser desprejuiciada.
quiero sentirme amistosa.quiero ser inteligente e irónica.
quiero necesitarte.quiero independencia.quiero naturaleza y cultura.
quiero río.quiero bailar.quiero encontrar tesoros submarinos.
quiero volver a tu casa.quiero tener secretos compartidos.
quiero abrazarte.quiero sinceridad.quiero barbarie.quiero silencios.
quiero llorar y poner caras frente al espejo.
quiero sorprenderme hasta de mi misma.
quiero escucharme.
quiero salir de un bar con una copa de vino.
quiero comer caramelos duros, ácidos.
quiero leer una novela larga.quiero conmoverme.
quiero viajar a cuba.quiero volver a Bolivia, Perú y ecuador.
quiero que vayamos al cine.quiero que me toques las piernas.
quiero ser sutil y salvaje.quiero tener el pelo largo.
quiero cerrar los ojos y no caerme.
quiero belleza.quiero intensidad.
quiero recuerdos.quiero histrionismo.
quiero nimiedades.
quiero robar en un supermercado.
quiero viajar en lancha colectiva.
quiero que viajes al mundial.
quiero oler lana.
quiero que me muerdas.quiero tus marcas.
quiero que me queden deseos.quiero supersticiones.
quiero dramaturgias.quiero enredarme.quiero soledad.
quiero claridad.quiero sanar.quiero que me entiendas.
quiero que el chico que te gusta guste de vos.
quiero que me leas un cuento.quiero reírme de mi misma.
quiero chuparte la oreja y más tarde, en la cocina chuparte el cuello.
si, ahora acá, se le dice cuello.

jueves, 30 de julio de 2009

-TAROT-

A mi hermano hace unos años se le dio por estudiar Tarot. Tuve que elegir un número y una carta. Me tocó La rueda de la fortuna.
¨Es una carta que habla de una permanente reivindicación, de una búsqueda continua. Supone ciertas precauciones quizás excesivas que hacen mas lento el arranque creativo.
Por otro lado, implica un ida y vuelta permanente entre pasado y futuro, que es lo que sienta las bases de tu presente. Esto es lo que te sustenta con el sufrimiento y disfrute que implica, pero CUIDADO! no hay que responsabilizarse por todo, hay cosas simplemente libradas al destino¨

jueves, 23 de julio de 2009

locurita



tengo ganas de
viajar
en bicicleta
con mis guantes nuevos
bordó bolivianos
cubriendome los dedos
las uñas mal pintadas
con esmalte rojo saltado
aire ingrato
puroseco
sin humedad
me encantás

martes, 21 de julio de 2009

ABBA

La ciudad está vacía. Nadie camina por las calles. Los negocios tienen las persianas bajas. Algunos cierran con doble reja. Otros con tres candados pesados. Sólo se escucha a lo lejos el ruido de las olas, como un sonido a destiempo. Después de las diez de la noche recomiendan quedarse adentro. Silvia lo leyó en Internet, cuando compró el pasaje. En la página de la agencia había un rectángulo rojo que decía: SI SOS MUJER, CUIDATE.
Los buenos hoteles, los más caros son como pequeñas ciudades. Tienen varios restaurantes temáticos, Internet wii fi, pileta climatizada, gimnasio, y un par de negocios donde comprar souvenirs. También se puede pedir la comida a la habitación. La 202 tiene cama king size, pantalla plana y jacuzzi.
Silvia mira las luces de la calle desde la ventana del segundo piso. El vidrio está rayado. Parece empañado, pero está sucio. Ella hace años que usa lentes de contacto. Hace años que no ve nítidamente. Tiene 3.75 de aumento en el ojo derecho, y 3.50 en el izquierdo. Astigmatismo o miopía, nunca se acuerda. Ya se sacó el jean y los zapatos. Camina en medias de un extremo al otro de la habitación. Siente la alfombra gastada y rasposa. Todavía tiene los pies hinchados. Al bajarse del avión, los sentía tan deformes que no pudo ponerse los zapatos. No le entraban y tuvo que usarlos como chancletas, con los talones al aire. En el Free Shop compró el perfume One de Calvin Klein, y un par de chocolates para Mario. Aunque después se dio cuenta que se estaba yendo y no volviendo.
- San Pablo es una ciudad inmensa. Alucinante pero peligrosa –le dice él por teléfono.
Unos minutos antes, ella le había contado que apenas pisó suelo brasileño, su jefe le confirmó el traslado de la empresa.
– Ya voy a ver cómo me las arreglo –contesta ella mientras abre su valija buscando algo más cómodo para ponerse. Cinco minutos más tarde corta y como no se decide por nada, agarra el folleto del hotel. Mientras mira por la ventana, se pregunta dónde dejó el libro que había estado leyendo antes de llamar a Mario a Buenos Aires. Pero como no lo encuentra agarra la revista del diario y lee su horóscopo.

domingo, 19 de julio de 2009

analógico digital

como sobredimensionar tu reloj pulsera de malla de cuero marrón gastada de tu abuelo o del mio, quizás no. quizás si exagero todo, como una amiga que me dice en el mercado de pulgas de dorrego, maru? -cómo preguntándome, sos vos. si soy yo y es mi bestfriendforever y sentir que no me reconoce, como verme tirada sobre el asfalto en posición fetal pero sin madre, ovillada. como pensar que si quiero publicar prefiero pagarte a vos, y no a otro, aunque no sé si quiero, incertidumbre vergüenza. no quiero depender de otros. como pedir papas fritas con milanesa de muzzarela de entrada y de plato compartir pastas con salsa verde de acelga, no pedir café ni postre y caminar y manejar acelerando. como dejarme sacar fotos posando o no tanto en mis espacios privados biblioteca cocina living comedor. como vivir de frivolidades y escaparme y fantasear con casas caminos campos árboles de naranjas o limón o pomelo, cítricos y tubérculos enterrados. como abismos planeados. como vértigos vertiginosos. como sentir dolor de ovarios y estrangulamientos mentales inacabados. como cantar canciones. como querer dormir la siesta y que llueva y nieve. como vivir en bariloche sin humedad y tener el pelo largo. como desear salarios dignos. como trabajar de lo que uno quiere y ver telenovelas. como ser trash dark punk. como usar la ropa rota porque si. como aceptar el paso del tiempo y las arrugas en la cara y los granos granulados. como mudarse y aprender a compartir momentos y burbujas y sueños paralelos y que esté todo bien. como cansarnos. como gritar. como extrañar un medallón de menta con chocolate. como heridas sin sangre y angustias sin objeto real. sin fobia, sin traicionar a nadie. menos a vos. por ahí me lo merezco, si me lo merezco que no haya espacio en el lugar que quiero comer, que el otro el plan b esté cerrado, por ahí me lo merezco y no es tan grave nada es tan grave. o si y soy yo. sobredimensionando.

viernes, 17 de julio de 2009

ni muy fría ni muy caliente

La aguja de la velocidad oscila entre ciento treinta y ciento cuarenta kilómetros por hora. La aguja del agua está clavada en el medio. Marca ochenta, ni muy fría ni muy caliente. Noventa mil trescientos kilómetros, en total. El marcador del control de consumo está en trescientos. Nacho lo puso en cero apenas cargó nafta, cuando salimos de Buenos Aires. Queda medio tanque. Relojeo de vez en cuando todo el tablero. Voy de un dato al otro. Alterno. Controlo. Chequeo. Arriba a la derecha del parabrisas observo una calcomanía redonda, el impuesto docente que inventó el Turco en el 98. Un fiasco. Y abajo CMN 513 grabado en el vidrio. La canción que suena es la numero dos. El camino está vacío. A la derecha el campo. Un alambrado y un par de vacas flacas. Cuento los postes de los cables de luz que bordean la ruta, y vuelvo al tablero. Ciento cuarenta kilómetros por hora. Si llega a pasarlos le digo algo. Está tenso. Se le nota. Me gustaría cerrar los ojos y dormirme un rato. Percibo el bamboleo suave del auto cuando el camino está desparejo. Sobre la mano contraria, la izquierda, pasa un camión que transporta autos cero kilómetro, y no mucho más. Son las once y cuarenta y cinco y ya vamos tres horas de ruta sin parar. Ahora una publicidad de alfajores. Más adelante, a quinientos metros, una estación de servicio. Por ahí Nacho quiere parar a comer en la ruta. Un asado al asador. Yo prefiero seguir y llegar antes. Pero no le quiero hablar ahora. No lo quiero distraer.
Los viajes en auto me recuerdan a otros viajes en auto. Hay un poco de niebla, pero no mucha. Algún que otro árbol. Vuelvo al tablero. Velocidad. Temperatura. Canción. Suena Bob Marley. No woman no cry parecería estar escrita para mí. La ruta me da pena o nostalgia. Imagino choferes de camiones o micros quedándose dormidos. Luces encandilándonos de frente aunque sea de día. Accidentes trágicos, choques. Vidrios. Sangre. Muerte.
-¿Qué hacemos?¿Paramos a almorzar? –le pregunto intentando distraerme. Nacho me dice que decida yo y me pide que le prenda un cigarrillo mientras abre la ventana y a mi se me tapan los oídos. Un cartel verde anuncia que faltan cien kilómetros. Otra publicidad. Me detengo con la vista en un camino de tierra y una tranquera verde. Al final se vislumbra una casa. Imagino que si hubiese nacido en un pueblo, no me hubiera ido a estudiar a la capital. Seguro ya tendría dos hijos, o quizás más. Como cualquier chica de campo, que se casa joven con su primer novio.

miércoles, 15 de julio de 2009

la venganza

inicio http://buenaleche.wordpress.com/

conflicto http://lexi-continuamente.blogspot.com

La mañana que Lila lo echó de la casa, Juan se quedó un rato en la esquina para después ir a desayunar a un bar y leer el diario. Antes había avisado en el trabajo. Acusó dolor de garganta y molestia muscular. A media mañana llamó a su hermano Sergio.
–Es por un par de noches –le dijo– después te explico.
Sergio aceptó pero le puso como condición que llegase después de las siete de la tarde.
Juan estuvo todo el día deambulando por la calle. Fue al centro y le dieron ganas de ir al cine, pero se robó un libro de una mesa de saldos. El día se le pasó rápido, al contrario de lo que hubiese pensado. A las cuatro de la tarde le dieron ganas de llamar a Lila. Pero no consiguió cambio y lo tomó como una señal. Antes de llegar a lo del hermano compró un vino tinto.
Juan pasó la noche en la casa de su hermano y su cuñada. No durmió bien, más por las ideas que le venían a la cabeza que por la incomodidad del sillón cama. Sergio y Mónica empezaban los días a las seis cuarenta y cinco de la mañana. Ella se duchaba y él no. Tomaban un par de mates y salían apurados. Sergio se quedaba con el auto, pero antes la alcanzaba a la boca del subte. Ella tomaba la línea A hasta Plaza de Mayo. Esa mañana, Juan espió toda la rutina, pero se hizo el dormido, para no tener que hablar. Después se vistió, agarró un kilo de pan rayado de la alacena y salió. Entró a un supermercado chino y compró dos kilos de pan y una coca cola en lata.
Cuando entró a su departamento vio todo igual. Lila debía estar en la oficina. Eso lo alivió, pero a la vez le produjo una sensación de extrañeza. Se sacó la campera y entró al baño a lavarse las manos. Después prendió el equipo de música. Puso el último cd de Verb a todo volumen. Fue para la cocina y busco un cuchillo. Estaba ensimismado. Pasó un rato preparando la primer parte de plan que había ideado. Cuando terminó separó un pan y le untó un trozo de queso. Se sentó en el sillón y comió despacio. Miró por la ventana, lamentando que la lata de coca estuviese a temperatura ambiente. Abrió la heladera, agarró unos hielos, dejando la cubetera vacía adentro del frezzer. Termino de comer. En su habitación, agarró trescientos pesos que tenía en un cajón, la cámara de fotos y el ipod. Juntó todo cerca de la puerta para luego completar el segundo paso meticulosamente. Cuando terminó, abrió la ventana. Vio dos palomas en la terraza del vecino y se acordó de La novela luminosa de Levrero. Sacó un par de fotos. Todo se conectaba. Cuando la primera paloma se posó en el marco de la ventana, agarró la campera, los auriculares del ipod y salió a la calle. En el semáforo sonrió imaginando la cara de Lila al volver del trabajo. Miles de palomas revoloteando en el living, comiendo las migas de pan que él había esparcido. Algunas cagando arriba del televisor. Otras posadas sobre la biblioteca.
Cuando Lila volvió del trabajo, encontró la ventana abierta, la lata de coca tirada en el piso. Le cayó la ficha. Su relación con Juan se había terminado.

lunes, 13 de julio de 2009

con los pies sobre la tierra -húmeda-

entre culpable
y libros apilados
te aviso
soy pésima
haciendo tostadas

domingo, 12 de julio de 2009

los domingos no son lo que eran!

Hoy. Invitado especial:
Hernán Ronsino viene a presentar Glaxo - su nueva novela -
Y más.
Libros editoriales independientes reseñas
estallidos utopías publicaciones secretos
autores lectores enriedos comedia tragedia
letras asociaciones deseos personajes lecturas
entrevistas silabas canciones novelas sueños
cuentos ficciones relatos crítica policiales
difusión memoria viajes mentales destellos
lucidez probabilidades crisis poesía
independencia bocas fanatismos verbos
desencantos sutilezas fragmentos brutalidades

miércoles, 8 de julio de 2009

lo absurdo

¨Lo mismo sucede con lo absurdo:
se trata de respirar con él,
de reconocer sus lecciones
y de volver a encontrar su carne¨
Albert Camus
¿Dejaremos
de subir piedras
hasta la cima
de una montaña
cualquiera,
para que vuelvan a caer
por su propio peso?
¿Volveremos a subirlas
una y otra vez?
Cuando tenga treinta y uno
voy a ser
anarcopornopunk.
ya lo decidí.

sábado, 4 de julio de 2009

Regodeo

al final todo fluye
la culpa por lo que no fue
las medias negras y el reloj
en el medio de la Avenida Angel gallardo.
lo urbano irrumpe,
siempre
como cuando se pelean en la cama
y los ojos se le empiezan a cerrar.
Los argumentos se le escapan
y se duerme.
Profundamente.
como cuando toca al otro
-con mayúscula o minúscula, da igual-
y rompe la burbuja de la intimidad
deja caer el velo
de lo indecible
y lo inesperado
irrumpe.

jueves, 2 de julio de 2009

los domingos todo se enrieda!



escuchá http://www.ciclopradio.com.ar
Palabras enredadas
Domingos de 22 a 23hs.

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