sábado, 10 de octubre de 2009

-bajame de un hondazo-

Camino y en el andar se me desata el cordón, es largo, negro, izquierdo. Y no me importa porque si lo piso, caigo. Y si me caigo preferiría romperme el labio, y que me sangre. Así que no me avises que tengo el cordón desatado de mis Vans. No me avises porque quiero partirme el labio. Y que sangre y tragar. Mi sangre es roja, espesa. Quiero caerme y que me quede la marca, quiero una cascarita bordó en el medio del labio de abajo. Quizás después se transforma y se va. Entonces juego a que lo piso. El cordón da vueltas alrededor de mi pie. De uno y de otro. Un poco lo quiero pisar y caer. Un poco quiero que me duela.

Archivo del blog