sábado, 17 de enero de 2009




"...el martes me desperté a esa hora inanimada y nula en que la noche ya esta por terminar y sin embargo todavía no ha nacido el alba. Descansaba en una luz turbia y mi cuerpo sentía un temor mortal, que me oprimía el alma, y el alma a su vez oprimía el cuerpo...y hasta la mas mínima de mis partículas se contorsionaba con el presentimiento atroz de que no ocurriría nada, nada cambiaría, nunca pasaría nada, y aun cualquier cosa que se emprendiese no sucedería nada y nada. El sueño que me había despertado luego de molestarme durante la noche explicaba las razones de ese espanto..."
Witold Gombrowicz

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