Después fui a la psicóloga y entre todo lo que hablamos me dijo: Ya era hora de que lloraras un poco. Ok, me fui con los ojos super hinchados, la cara deforme caminando hasta La internacional y adentro hacía calor y estaba la mujer de Francisco con su hijita que me copa porque la llevan a todos lados. (Ah ayer fui a Otra lluvia por la misma cuestión y estaba la hija de Cecilia dibujando ahí a su lado).
Igual lo que quería contar era que me compré Punctum, que lo quería hace un montón de tiempo. En el colectivo volviendo a mi casa me senté al revés y empecé a leer y me dolió un montón la cabeza y los ojos y seguro fue por la sesión heavy porque nunca me mareo en el colectivo. Ahora igual pienso en la maternidad y en mis primas y si seré madre alguna vez, por ahora soy tan egoísta y miedosa que no da.
Lo más concreto que puedo decir es que siendo mi propia distribuidora tengo que hacer el recorrido sin plata, así no gasto más de lo que gano as usual.